Testamento de miércoles

«Testamento de Miércoles» es un libro que nace a partir de los relatos publicados en un maravilloso blog literario del mismo nombre, un nombre que Dolores Espinosa toma de un poema de Marío Benedetti, y que la autora inició en el año 2010. En dicho blog ella firma sus creaciones con el seudónimo de Nanny Ogg. Y en ese blog ella como escritora y yo como lector, nos encontramos por primera vez. Nanny, por entonces, vivía en Valladolid, y yo descubrí que, en esa ciudad, había una increíble escritora que dominaba el lenguaje narrativo como pocos, además de contar unas preciosas historias que subyugaban, por su nivel imaginativo y su construcción literaria, a su creciente red de seguidores. Yo me convertí en uno de ellos y, así, poco a poco, ambos fuimos leyendo cosas uno del otro, pues ella también empezó a pasearse por mi blog y mis libros. Pronto nos dimos cuenta de que lo que leíamos estaba algo por encima de la mayoría de las cosas publicadas en internet y nació una amistad y un reconocimiento, sin habernos visto nunca, producto de esas lecturas.

Cuando, con un grupo de amigos y amigas escritoras, fundé la plataforma literaria Netwriters, Loly, Dolores Espinosa, se incorporó a ella. Y siguió firmando con el seudónimo con que todo el mundo la conoce en su blog: Nanny, Nanny Ogg. Y se hizo un bastión, un pilar básico de ese mundo literario que forma Netwriters y, a la vez, siguió, semana tras semana, día tras día, alimentando su blog. Testamento de Miércoles no paraba de crecer. En cantidad… y también en calidad. Porque, Nanny, Loly, Dolores Espinosa, es una escritora sorprendente en todos los niveles y longitudes: relatos breves, muy breves, relativamente breves, algo más largos… Y en cuánto a público lector, es de una enorme versatilidad. Algunos de sus cuentos para niños han sido publicados en volúmenes de la Editorial Santillana y ellos, sin duda, estarán felices por su publicación. Aunque ahora le toca el turno a los adultos. Prepárense a leer y disfrutar un libro de relatos excepcional.

Emilio Porta.