Si los puntos suspensivos hablasen

Imagina un círculo formado por la locura y la cordura, un círculo en el que cuanto más loco estás, más cerca de estar cuerdo te encuentras. 

¿Te has preguntado alguna vez qué pasaría si por un momento sobrepasaras el umbral del inhibición de tu propio miedo? Una vez Pedro leyó que el dolor es la representación real de cómo la debilidad nos ataca y se desprende de nuestro cuerpo, por otra parte descubrió también que la debilidad es la falta de confianza, así como la desconfianza es la falta de felicidad, la cuales un pilar fundamental para mantenernos cuerdos… Pero todos sabemos que la felicidad se vive y se pierde por segundos, así como la cordura, por lo que se podría decir que somos felices durante pequeños instantes en nuestras locas vidas. En cambio, el dolor, a diferencia de la felicidad, permanece muchas veces como un nudo en el estómago, un nudo que incluso con los años llega a experimentar cambios, pudiendo convertirse en una depresión, en ansiedad o simplemente en miedo.