Reikiavik tampoco puede desaparecer

Después de la ruptura con Carla, la vida de Ian da un giro radical que desemboca en una existencia en la que los continuos excesos con las drogas y el sexo se suceden día tras día. Despedido de su trabajo en un videoclub de Roma, y tras producirse un acontecimiento inesperado, debe huir a Praga para empezar de nuevo. Allí comenzará a trabajar en una empresa de transporte de electrodomésticos en la que no todo es lo que parece. Tras una redada policial es condenado a pasar varios años en una cárcel checa, donde hará un alto en su camino hacia la autodestrucción. Un periodo de introspección forzado en el que se verá obligado a buscar pasatiempos alternativos. Una vez finalizado el tiempo en prisión, decide viajar a Quebec, donde retomará el consumo de drogas. Llegará a su vida Ivette, quien siempre estará a la sombra de Carla. Es por ella por quien abandonará la ciudad y se asentará finalmente en São Paulo. Posteriormente se cruzará con Ray, el jefe de una empresa dedicada a la venta de coches de lujo. Ambos vivirán una experiencia en Las Vegas que resultará crucial.

Reikiavik tampoco puede desaparecer es una novela en la que las reflexiones sobre distintos ámbitos de la sociedad se abordan de una forma directa y con un lenguaje explícito que no dejará indiferente a nadie.