Descripción
- Número de páginas: 200
- Formato: 14,5 x 20 cm
18,00€
Una tarde de domingo un hombre muere de un paro cardíaco mientras folla con su amante en la Pensión Delgado. Llevan refugiándose allí veinticinco años, cada vez que hay partido del Betis.
Dos amigos se reencuentran. Él la visita junto a la piscina de la que ella ya nunca se aparta. La ola de calor no cesa, ya nadie espera que lo haga. Desde allí pueden ver cómo el desierto avanza hacia ellos y todo se difumina y las imágenes se borran. Son Nuestros días.
Rosendo el Bichobola es un hombre encerrado en una armadura perfecta por el capricho enfermizo de su padre, un gran señor feudal.
Solo cuatro veces fui a casa de la Señora Sánchez, la vecina de mi abuela. La pared entre nosotros separaba dos mundos.
A veces uno descubre que no tiene el corazón adecuado, el que de verdad le correspondería. A veces son los corazones mismos los que buscan el pecho acertado que los acoja. Es una Corazonada.
Éramos solo cinco alumnos en las Clases de religión. Uno de ellos se llamaba Milo, y era mi nuevo y muy querido amigo. Pasó todo el curso dibujando plantas que crecían sobre las páginas del Nuevo Testamento.
A algunos de nosotros no nos ponían bocadillo para ir al cole. Sin dejar rastro abríamos las maletas de nuestros compañeros y dábamos mínimos mordiscos a esos maravillosos bocadillos. Nadie nos descubrió jamás. Un día, ahora ya adultos, esos Antiguos alumnos regresan y se presentan.
Buenanueva acontece en un refugio de montaña, donde un chico se dedica a velar y cuidar la descongelación de los cadáveres abandonados que hasta allí le llevan. Un día le traen tres cuerpos. Adivina de inmediato que son distintos.
Marisa hacía las mejores croquetas del mundo. Croquetas llenas de amor y cansancio. La barriada entera tenía ese mismo color, Color croqueta.
En Maleza la protagonista descubre que cada vez hay más distancia entre ella y la gente. Y ese espacio se está llenando de vegetación.
Un actor comprueba que solo le ofrecen papeles de suicida. Hace carrera, se convierte en una estrella internacional. El suicidio, ¿cómo decirlo?, se pone muy de moda. Pero no, él no tiene la muerte pintada en la cara.
Maneras de decir adiós es una colección de once cuentos.
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