La fuente eterna

La historia comienza cuando Deneb, un mediano de las tierras de Meriador, conoce a Ániram una semielfa que corre tras el ejército del Rey donde su padre lucha contra un nuevo y extraño mal.  Deneb consigue convencerla para que acepte su ayuda y la de sus amigos: el humano Tárazed, el mago Alitoh, el duende Koltar y el elfo Leroiend. Juntos irán a pedir consejo a Zacharias Celterian, Maestro  del camino del Fuego  y Superior del  joven mago, que habita en el Castillo de las Cuatro Torres junto con el resto de los Maestros: Dóramas, Morrigam, Y Gomeisa.
Allí descubrirán porqué sus caminos han confluido. Su destino está unido, y no hay marcha atrás. El grupo se embarcará en una dramática misión que les llevará por todos los confines de su mundo, Verthnia, para frenar el siniestro avance  de la oscuridad, que poco a poco destruye todo a su paso.
A pesar de la tragedia vital que rodea los obstáculos de esta historia, hay también tiempo para el amor y para el humor.
Una novela entretenida y muy lograda gracias a las elipsis e informaciones aplazadas hasta el momento oportuno.