La dalia blanca

Nephilim es la capital del cine, el lugar donde hay que ir para ser alguien. Aparentemente es como cualquier otra ciudad: hay gente viviendo, disfrutando del día a día, soportando sus trabajos y, de vez en cuando, sufriendo algún brote de brutalidad policial o criminal. La redactora Sarah Buttle acaba de superar una baja por motivos personales. El mismo día que se reincorpora a La Voz del Mudo, descubre el cadáver de una joven en un contenedor de basura, desfigurada por los cortes. La periodista decide que este va a ser el reportaje con el que vuelva al juego de la investigación.

Tienen en sus manos un compendio de historias, historietas, anécdotas, crónicas, fábulas, de lo más variopinto y sin ninguna pretensión de homogeneidad, tan inconexas como su título indica, y tal vez tan inesperadas algunas como la vida misma.

Forjarlas ha sido un juego y un placer: el mismo que la autora espera encuentren en su lectura.