Duermevela

Bérgamo, 1943. En la Italia dividida de Musolini, los alemanes empiezan a tomar el mando en el norte. Giacomo y Giada se conocen en la biblioteca que preside el corazón de la ciudad vieja. Él es un balilla que abre sus ojos a un mundo en guerra. Ella es una joven que hace turnos como bibliotecaria mientras vive su primer desamor. Un encuentro breve antes de que el destino mueva los hilos. Con la pérdida de sus padres, Giacomo es acogido por sus tíos, una sencilla familia de labriegos. Todo cuanto le queda es la tierra para aprender a enterrar en ella su dolor, pero también a sembrar aquello que crece imparable en su corazón. Giada le regaló un diario. Cuando se encuentran de nuevo años después, lo que parece solo un destello, es suficiente para despertar en él una ilusión recóndita. Con él, Giacomo comienza un diario muy particular que poblará sus noches de oportunidades, de sueños por cumplir, antes de que el destino mueva otra vez el tablero de juego.

Milán, que enmarca el milagro económico de la posguerra, es también escenario de los pequeños milagros cotidianos. Una última oportunidad para corazones que anhelan lo imposible. Mientras él se abre camino en la industriosa capital del norte, ella regenta un negocio de antigüedades, buscando refugio y autonomía frente a su acomodada familia y un círculo social decadente que detesta. Un postrero encuentro, y una última ocasión que ninguno de los dos estará dispuesto a dejar escapar, pese a las desigualdades sociales.