Aquellos dioses inmorales

Los personajes son de carácter histórico, bíblico y de ficción. La relación habida entre ellos, permite enriquecer el relato rígido de los hechos meramente históricos.

Se relata la construcción de los Jardines colgantes de Babilonia, la presencia del Etemenanki (Torre de Babel), y se destaca con un relato pormenorizado de las fiestas de Akitu (de Fin de Año) durante las cuales los babilonios se entregaban a desórdenes de drogadicción y perversiones sexuales que se llevaban a cabo de modo especial en los templos, acontecimientos que ponían en disputa la moral estricta de YHVH enfrentada a la inmoralidad de las costumbres incitadas por el dios Marduk, la divinidad mayor de los babilonios.

Luego de una larga vida llena de triunfos y penurias sufridas por Nabucodonosor y su familia, el Rey de los babilonios debe soportar una simulada zoantropía en los montes aledaños a Babilonia para salvar su vida, nunca en peligro si se trataba de un demente. Al cabo de siete tiempos, conforme lo pronosticara el Profeta Ezequiel, regresó a Babilonia. Finalmente Ciro determina el destino de los judíos cautivos en Babilonia durante 70 años.