José Manuel Cabero Diéguez, 1955 (La Bañeza. León)
Debido a una otitis que no se curó bien a la edad de tres años, tuvo una pérdida de audición bastante considerable, teniendo que fortalecer otros sentidos que complementaran la comprensión y favorecieran la convivencia.
El arte ha sido su pasión y la experiencia familiar ha sido su confort, su fuerza, su seguridad y su confianza. La investigación, la insistencia en verificar intuiciones, las muchas experiencias de tratar a tantísima gente, el haber viajado a otros países y contribuido en actividades misioneras le han tocado el corazón y motivado sus empeños. Gracias a personas que le están apoyando, su invención tecnológica de la “Capilaridad Controlada”, sistema favorable para cultivar en zonas adversas y para ayudar en zonas devastadas por las guerras, entre muchas otras ventajas, está seleccionada en el paquete de medidas para levantar el país de Sudán del Sur (produciendo lo necesario para la alimentación básica y mucho más, progresivamente), en la medida que las condiciones políticas y sociales lo permitan. Esta acción humanitaria, sería su más grande orgullo personal, combinado con la educación veraz, tan urgente y necesaria para favorecer la capacitación de los recursos humanos.