Nacido en 1992, David tuvo una infancia bastante corriente. No fue hasta la adolescencia cuando descubrió lo mucho que le fascinaba la fantasía y la ciencia ficción, pero hasta que no llegó a la mayoría de edad, no empezó a sentir curiosidad por la lectura, empezando a leer a Terry Pratchett, quien se convirtió en su ídolo. Eso sí, empezó a escribir antes que a leer. Sus primeros relatos fascinaban a sus seres cercanos, incapaces de creer que algo así pudiera haberlo escrito alguien que nunca hubiera leído por pasión.

En cuanto a su formación, esta ha estado siempre ligada al mundo empresarial. Desde que dejó atrás el instituto ha realizado un grado superior, ha estado trabajando en una empresa de videojuegos (otra de sus pasiones) y ahora mismo se encuentra estudiando en la universidad un grado en relaciones laborales y recursos humanos. Y todo esto mientras no deja de crear historias en su cabeza.