Historias que caen del firmamento

Una joven fallecida en 1930 cuya existencia se halla ligada a la misteriosa historia de su retrato; un lunático que arremete contra una emblemática valla publicitaria al modo de las justas medievales; una pareja perdida que encuentra cobijo en un monasterio donde se percibe una extraña música; un médico forense a la búsqueda de mujeres con las piernas apropiadas en un local nocturno; un par de chulapos que cambian de salón de baile; un corresponsal que recibe fotografías post mortem de personas todavía vivas en el París de la década de 1910; un incidente en un vertedero que origina dos existencias paralelas: he aquí algunos de los relatos que conforman esta antología, de estilo impecable y temática original, lectura de lo infrecuente para mentes inquietas.

En Historias que caen del firmamento, lo extraordinario parte de lo corriente (y viceversa) para ofrecer un mundo de posibilidades distintas a las acostumbradas en la literatura actual. A través de un discurso elaborado, plagado de pequeños efectos e intenciones, Alberto Espinazo nos conduce por los márgenes de la ficción (deslinde entre tierra y cielo) hasta el lugar “donde nacen las historias, o tal vez donde mueren”.