Hispanicus, Siculus, Italicus (Alfonso el Magnánimo de Aragón y de Nápoles y su tiempo)

En un momento convulso de la historia de España, en el que los reinos se enfrentaban entre sí y con otros pueblos extranjeros, se erige la figura de un rey que nunca quiso ser amigo de la guerra y sí de las bellas artes.

La oportunidad de cultivarse en ellas se le presenta en un viaje a Italia, donde tiene intereses estratégicos. Pero el viaje es también una excusa para huir de su país, donde la lucha fratricida entre sus hermanos le resulta insoportable. Sin embargo, tampoco en Nápoles, ciudad a la que ama por encima de todas las cosas, encuentra el consuelo. La incapacidad de su familia para manejar los reinos de Hispania, no le deja prosperar en lo que verdaderamente es su pasión: las letras, la arquitectura, la pintura, y por qué no, ser un poco más justo con sus súbditos de lo que lo fueron sus antecesores.

Esta es la historia de un monarca que quiso ser recordado por sus obras y que, de hecho sería venerado no como rey de Aragón, sino como mecenas de artistas y difusor de una cultura que supondría después un gran avance en Europa. Esta es la historia de Alfonso el Magnánimo, el gran rey olvidado.