Ánibas y la antorcha de los muertos

En el gran palacio de la ciudad Tronál transcurría un día como otro cualquiera de esta era, tranquilo y sin muchos sobresaltos, a excepción de que alguna vez la servidumbre, limpiando, tirara algunas de las espadas colgadas en las paredes y el gran estruendo del metal contra el suelo hiciera vibrar hasta la última vidriera, haciendo venir a los Paladines Imperiales, protectores del Rey y del palacio.

Pero, ¿tan delgada es la línea que separa la tranquilidad del caos? Con tan poca cosa se puede romper, no con una espada, no con un pequeño puñal, sino solamente con estas palabras: ¡Avisad al rey!

Cuando el rey Hurtdil, máximo mandatario del Reino Tronál, es llamado por su gran consejero, el mago Wulcróm, no imagina que está a punto de desencadenarse una serie de acontecimientos que pondrán en serio peligro su vida.

Tras la muerte del último rey Bárbaro, su hijo ánibas recibe una importante misión: custodiar la Antorcha de los Muertos.