Ancestros

Dresde es una joven nórdica, hija de un importante señor. Suponemos la acción en un lugar bárbaro, dominado por la superstición, los ritos paganos, el conocimiento de las plantas, el respeto a los druidas y a la naturaleza. Esta cultura gira en torno a un altar que ha de alimentarse con sangre humana para obtener el favor de los dioses. Dresde se granjea la animadversión del Sacerdote, que intenta sacrificarla. Sin embargo, ella logrará huir en el último momento a una gran ciudad del sur con sabor mediterráneo. Ello contrasta con una atmósfera repleta de resonancias artúricas y escandinavas.

Ancestros, fluye ribeteada de sorpresas bien dosificadas y nos traslada a la ciudad de Sevilla, donde la protagonista descubrirá el embrujo de la música flamenca y probará la ignorancia e intrasigencia de los cristianos de entonces, quienes intentarán procesarla como bruja.

El lector tiene entre sus manos una novela narrada con buen pulso, inesperados giros argumentales y abundante información que permite situarlo en el tiempo y lugar precisos, donde la voz femenina de la protagonista contribuye a ofrecer un punto de vista diferente.