El cielo de la boca

Una mañana, Irene, harta de su vida en el pueblo y de un matrimonio que está acabado, coge a su hijo y sin comunicárselo a nadie, se marcha a Madrid para iniciar una nueva vida. Allí conocerá de primera mano la dureza y las dificultades a las que tendrá que hacer frente para salir a flote, tanto económica como socialmente. Se imbuirá en aquella áspera soledad compartida de la gran ciudad, y tratará, como no, de vivir su vida como buenamente pueda. De la mano de un vecino homosexual, en su bloque de apartamentos de Gran Vía 47, conocerá la noche y el lado lúdico donde las heridas se fraguan. Julián, el marido de Irene, de naturaleza más debil que su mujer, tiene que saber de ella.

Con un lirismo controlado en los momentos precisos y un mundanismo certero e hiriente, El cielo de la Boca es una obra compleja y repleta de aristas.