Hera Ugarte II. Archivos ocultos

Durante toda la novela, Hera Ugarte y sus pupilos, tendrán que poner a prueba sus estrategias para ganarle la batalla al sistema. El lector será testigo de cómo los personajes consiguen grandes metas a mediados de la década de los veinte, pero nada comparado con lo que les queda por delante. El salto hacia las instituciones nacionales, a la vez que tienen que seguir manteniendo su anonimato en la organización, les generará muchos enemigos y aliados, pero sobre todo, desencadenarán una serie de sucesos para los que ninguno estaba preparado, así que tendrán que especializarse en algo más que estrategia. Estos sucesos, obligarán a las diferentes parejas a vivir situaciones de riesgo, engaño y disputa. En todas y cada una de esas vivencias, el lector se sentirá completamente identificado por las similitudes y paralelismos que tiene con la vida real.

Por otro lado, desde el futuro, la descendencia de estos personajes se verá envuelta en una cortina de humo, propia de las mentiras y engaños de un sistema heredado. Los jóvenes descendientes, entre ellos Mórrigan Ugarte, nieta de Hera, tropezarán una y otra vez con contradicciones del pasado que no consiguen entender, dándose cuenta poco a poco de que todo lo que les han contado era una burda mentira.