Perro de luna

El punto de partida de Perro de luna es el incendio de la torre del Sr. Puig en Sitges con su dueño dentro. El sospechoso más claro del crimen es Valentí porque numerosos testigos declaran haberlos visto juntos esa noche, muy acaramelados. La suerte que tiene Valentí, que enarbola su inocencia desde el principio, es que la investigación corre a cargo del comisario Valero, con el que mantiene una buena relación.

El relato está protagonizado por ese joven chapero que puede no ser tan buena persona como se le supone: Valentí. Su padre, Vicent, ante el que experimenta rechazo, fue alcalde de Sitges, ejerciendo un mandato caracterizado por la corrupción, y socio de Puig; vive en Zahara adonde se retiró para dedicarse a poner en pie una urbanización de lujo en terrenos del Ejército, donde cuenta con buenos amigos.

Un relato aditivo y brutal en el que vamos descubriendo la verdadera naturaleza de los distintos personajes y de sus interesadas relaciones. Tráfico de armas, drogas, sexo, corrupción inmobiliaria…