Una historia sucia

El mundo quimérico de Lucio se precipita hacia su conclusión cuando Leire, su esposa, se decanta por una vida en apariencia más placentera junto a Rubio, ocioso experto en billar. Como una muda de piel, el malparado Lucio revertirá la situación propiciada por su anterior existencia, un camino del cual formarán o dejarán de formar parte personajes como su hijo Cristian, Lidia, amiga de Leire, o Eduardo, su jefe en la multinacional. La evolución o involución de los individuos, las atmósferas desechas en mil intenciones sorprendentes o manifiestas, las circunstancias inesperadas o inexorables, “todo queda contaminado con la misma esencia turbia, la corrupción del espíritu débil que busca la justificación de sus actos primarios a toda costa, la fatuidad del alma enferma que pretende la salvación existencial a través de la forma ampulosa y el contenido grosero”.

Situada en un contexto ordinario, Una historia sucia se adentra en las ambiciones, reflexiones y determinaciones del ser humano contemporáneo a través de un discurso donde el destino se precipita inexorablemente sobre las esperanzas y desesperanzas (vacuas por igual) que jalonan una existencia tan egoísta como mediocre.