Descripción
- Número de páginas: 236
- Formato: 14,5×20
17,00€
Hoy, pensar, parece que no está muy bien visto. Molesta.
Creo que lo que les voy a contar me lo van a tener en cuenta, pero quiero advertirles que yo en cuenta doy unos intereses de risa.
He pensado que Jesucristo tuvo mucha suerte en nacer en Belén, porque si nace en Zaragoza, pongo por caso, la historia no hubiera sido la misma.
En primer lugar no hubiera sido Jesús, hubiera sido “Jesusico” o “Jesusito”. Y eso baja mucho el nivel del personal. ¡Jesusico, hazte un milagro, coo! ¡Venga, multiplica el barril de cerveza! Que tengamos birra para toda la peña.
Más te valía darte un baño en lugar de caminar por encima del agua. ¡Cooo! Venga oye, que sabemos que tu padre en seis días se hizo la Tierra, hazte uno de los tuyos. Jesusicooo.
Oye, ¿quién pago la última cena? No será que os marchasteis sin pagar… ¿O qué?
Y menos mal que todo aquello fue cuando fue. Porque si este hombre multiplica los panes y los peces hoy, la manifestación de panaderos y pescadores no hubiera cabido en la Gran vía de Madrid, porque la han “bloqueado”; nada, que han puesto unos bloques de cemento que no te puedes bajar del taxi mas que en los paso de cebra.
Bueno, lo del milagro del vino hoy hubiera sido un escándalo mediático por las denuncias y querellas de las distintas denominaciones de origen.
En cualquier caso, huele a milagro lo del otro día: el gitano ese que le iban hacer la autopsia y de repente se pone a respirar. Ahí hiciste dos en uno, primero lo sacas de la cárcel muerto y luego lo resucitas.
No se lo van a creer. Vamos, no quiero ni pensarlo.
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