Cunam. La fábrica de Dios

“Cunam. La fábrica de Dios” es la pieza final que le faltaba al puzle tejido por Jesús Torrellas a lo largo de su producción literaria. Busca confirmar una teoría expuesta desde siempre en sus reportajes y entrevistas… Atlántida en Palencia y zonas limítrofes. Pero da un paso más y nos introduce en Cunam, un pequeño apartado dentro de la gran Atlántida. Un lugar modesto donde, tras una selección en diversos cuadrantes del universo, eran depositados los niños más “sensitivos”, los más espirituales, los elegidos. Y allí, mediante técnicas que nos superan en el entendimiento, fabricaban con su pensamiento mundos nuevos para la expansión del universo, la obra de lo que llamamos Dios. El autor estuvo allí hace trescientos mil años; la sospecha que siempre albergó en sus adentros quedó confirmada mediante una sesión de autohipnosis más que profunda, al límite. Y nos detalla cómo fue su estancia en Cunam, desde su llegada hasta el momento final. Los actos más señalados, la sabiduría albergada allí, la construcción de almas, la fuente de la vida, etc… en una aventura onírica, bella, con la poesía como vehículo para todos los fines. Nos desvela lo que en realidad era Atlántida, su ubicación, etc… el milagro de su vigencia actual, la protección que ejerce sobre la humanidad del siglo XXI, etc…
Torrellas pasa al segundo bloque del libro, lo objetivo, para intentar demostrar que cuanto ha expuesto en la primera parte del mismo se corresponde a una realidad tangible, y no es fruto de un visionario o un iluminado. Es entonces cuando el lector encajará las piezas en una aventura mágica que tiene como escenario las tierras de Palencia Sur. Una por una irán ensamblando un conglomerado de lugares de poder, fascinación y misterio. Encuentros con seres de procedencia desconocida, torres naturales donde conectar con entidades elevadas, hitos de nuestra geografía que esconden una arqueología prohibida, historia no oficial, mundos subterráneos bajo estos páramos, enigmas por doquier y la certificación de algo muy antiguo que nos contempla cada día. Incluso, por si esto fuese poco para demostrar que sí, que Cunam existió y sigue viva, nos lleva a desgranar la obra de alguno de los más carismáticos artistas y creadores contemporáneos.