El último sueño

En un lejano pasado olvidado por casi todos, las profecías de la vidente imperial Albatia, señalan que Mordicen, el heredero legítimo al trono, traerá la desgracia para todos. Por esa razón nunca fue investido emperador, sino que se le encerró y aisló del mundo. Su hermano ocupó el cargo y se desposó con su prometida, la cual gestaba la semilla de Mordicen. Mordicen, desesperado y enloquecido por el cautiverio prolongado, selló un pacto con oscuros poderes. Merced a sus términos consiguió escapar e inició una devastadora guerra que concluyó con la destrucción del Imperio Titán. El poder tiene un precio, y para recuperar lo que se le arrebató no dudó en robar la esencia de la vida misma… dejando las tierras baldías y a los mortales convertidos en esclavos sin alma. Este sino también le alcanzó, convirtiéndose en una paradoja que no puede morir y cumpliendo al pie de la letra la profecía de Albatia. Huyendo de las tierras estériles y del mal que mora allí, nobles de sangre menor y plebeyos se desplazaron a lejanas tierras donde fundaron nuevos reinos mientras aquellos cuya sangre era heredera directa de los titanes usaron la magia para detener y al fin encerrar de nuevo a Mordicen y sus pupilos, dada la imposibilidad de dar muerte a quien ya está muerto.

Pero la victoria llegó demasiado tarde para la tierra misma. El Imperio Titán quedó sumido en una época de oscuridad donde la magia y las personalidades que lo impulsaban, perecieron en su mayoría y el resto yacen olvidadas, quizás para siempre. Siglos después, la prisión que contenía a Mordicen fue abierta y este liberado en Daria, uno de los nuevos reinos fundado por aquellos huyeron de la guerra y el mal, pero esta vez nada ni nadie puede oponerse al poder del mago corrupto y sus seguidores. Sus planes incluyen la refundación del Imperio Titán a imagen y semejanza del legítimo heredero del trono imperial: Mordicen. Selekia, la noble prometida del heredero dario, encontrará su destino mientras escapa a la muerte. Hallará el antiguo laberinto de los titanes que conduce a los mismos aposentos donde duermen y, guiada por la propia Albatia, beberá la sangre de los durmientes con extrañas consecuencias. Drey, el hijo del mayor estratega que el reino dario haya tenido, nacido cuando su padre estaba en el destierro y se desposó con una princesa drania, una raza de hombres que viven en el subsuelo y que poseen capacidades psíquicas, vuelve a su Daria a reclamar las tierras que le pertenecen como herencia y ocupar su puesto como alto noble. Se verá envuelto en una trama de traiciones y secretos que podrían conducir a Daria a su final. Jaima, la actual emperatriz de los restos del maldito Imperio Titán, debe tomar una importante decisión: languidecer como el resto de sus súbditos que viven una vida de tormentos y desidia o tomar la decisión de acabar con el mal que los destruye poco a poco. Las piezas están en su lugar, el futuro emperador opera en la sombra sin saber que poderes más antiguos y oscuros tienen sus propios planes. Mientras, los protagonistas se ven envueltos en una serie de sucesos para evitar el ascenso del nuevo imperio. Encontrarán extraños aliados, antiguas profecías serán desveladas y poderes ocultos se revelarán, mientras algo más oscuro trata de abrirse camino con siniestros propósitos